Retrato al óleo de Julian el Tuerto.
Nada sabemos de la identidad, origen y oficio de este personaje, salvo la descripción que de él nos dejó José de Orueta como uno de los tipos populares que poblaban el Bilbao de fines del siglo XIX:
"Un delicioso trompa, salao, como le decían todos, con un gabán largo, raído, los ojos borrosos y caídos y un sombrero bimba torcido y metido hasta las orejas. Se paraba delante de las gentes y esperaba a que le dijesen el ritual "infla, Julián". Entonces cerraba la boca e hinchaba los carrillos hasta reventar. El paseante le pegaba su buena papuchada y él, alargando la mano, agarraba el cuarto o dos cuartos de tarifa y salía disparado a la taberna. Tenía un doble aguante enorme, pues en papuchadas se las tragaba como un boxeador, sin pestañear, y bebiendo no pudo probarse su resistencia"