Pieza de forma cilíndrica, hueca, fabricada en cera dura de color marrón al exterior, empleado como soporte para grabación y reproducción de un sonido, en este caso una melodía musical, mediante un fonógrafo. El cilindro se presenta en un envase de cartón rígido, de forma cilíndrica, con una etiqueta en la tapa donde se indica el título de la melodía, "Fandango Español. Banda", así como el fabricante : "Gabinete Fonográfico Hijos de Blas Cuesta, Valencia.
Hijos de Blas Cuesta fue un comercio valenciano especializado en productos químicos y farmacéuticos de la segunda mitad del siglo XIX. A fines de siglo, con la invención del fonógrafo, Hijos de Blas Cuesta lo incorporó como una más de sus ofertas y en enero de 1899 apareció en sus catálogos. No necesitaron mucho tiempo para sus primeras grabaciones y con el tiempo tuvieron que ampliar sus gabinetes de producción a los que acudieron artistas de gran renombre, tanto de opera como de zarzuela. Su fama fue en aumento y tras ser conocidos por toda España, se interesaron por su producción tanto en Europa como en el continente americano. Su director musical, José Bellver, pianista, compositor y docente valenciano, fue profesor de piano en el Conservatorio de Valencia.
Este tipo de soporte sonoro fue una invención de Thomas Edison quien concibió el fonógrafo en 1877 para grabar mensajes telefónicos, usando papel encerado en su primera prueba. En las primeras versiones en producción, las grabaciones se realizaban sobre la superficie exterior de una tira de papel de estaño enrollada alrededor de un cilindro giratorio de metal. En 1885, la hoja de estaño es sustituida por un cilindro de cera dura, inventado por Tainter, para finalmente, hacia 1910, sustituirlos por cilindros de celuloide, uno de los primeros plásticos duros, que no se rompía si se caía y se podía reproducir miles de veces sin que se desgastara. La duración de la grabación del cilindro oscilaba entre los 2 y los 4 minutos y su velocidad de reproducción entre 74, 90, 160 y 180 rpm.
Las grabaciones de cilindro tuvieron que competir con el creciente mercado de grabaciones de disco para gramófonos durante toda la década de 1910 hasta que la tecnología del disco ganó la batalla comercial. En esa década, Columbia (que había estado fabricando discos y cilindros) se pasó exclusivamente a los discos, y Edison empezó a vender sus propias grabaciones de disco. Sin embargo, Edison siguió vendiendo grabaciones de cilindro nuevas a los consumidores con fonógrafos de cilindro hasta 1929.