Retrato al óleo de Ramón de la Sota y LLano quien aparece, en primer término, de pie y de cuerpo entero, sobre un cerro desde el que se domina un paisaje centrado por la Ría de Bilbao, arteria en torno a la que desarrolló su principal actividad empresarial esta insigne personalidad bizkaina.
Esta obra se enmarca dentro de la actividad de Ignacio Zuloaga como conocido retratista, que pintó a los más destacados intelectuales, artistas, toreros, nobles y burgueses de su tiempo: Unamuno, Azorin, Valle-Inclán, Marañón, Falla, Ortega y Gasset, Cambó, Pérez de Ayala, el torero Belmonte, Julio Beobide, el duque de Alba, la Condesa de Noailles... El retrato de Ramón de la Sota recuerda, en su estética y composición, otras obras de Zuloaga como "Gregorio en Sepúlveda", "Mujeres de Sepúlveda", "Retrato de Maurice Barrés" o el "Retrato de Belmonte en plata", donde el artista conjuga el protagonismo de las figuras con su gusto por los paisajes.
De la importante actividad empresarial de Ramón de la Sota (Castro Urdiales 1857 - San Sebastián 1936) destacaremos su papel como fundador de la Naviera Sota y Aznar, la Compañia Euskalduna de Construcción y Reparación de Buques y la Compañia de Remolcadores Ibaizabal, sin olvidar su participación en las más destacadas empresas mineras y siderúrgicas, bancos (Banco del Comercio) y compañías de seguros (La Polar) de principios de siglo. Igualmente relevante fue su contribución al progreso de la cultura y de las manifestaciones artísticas vascas en el campo de las letras, la música y la pintura.