Instrumento idiófono de percusión compuesto por una caja rectangular de madera en cuyo interior se ha introducido una piedra. En una de sus caras presenta una maza o martillo fijo a un eje móvil, cuyos soportes se prolongan a la cara opuesta sirviendo de mangos. Al sacudir la tabla rítmicamente el mazo se desplaza, golpeándola y produciendo un sonido muy característico, grave y acompasado.
Matraca de mano que se hacía sonar durante la Semana Santa, tanto en los Oficios dentro de la iglesia, como en las calles por los niños anunciando la Pasión y Muerte de Cristo. El ruido que este instrumento provoca simboliza el dolor por la muerte de Cristo y se remonta a un ritual precristiano para ahuyentar malos espíritus y como conducción de ánimas.
Fabricada por el artesano Paulino Roa, de Pipaón, Álava, reproduciendo las que se utilizaban antiguamente en la localidad.
Las matracas pueden ser de muy distintas formas y tamaños: desde grandes matracas de campanario movidas por una manivela hasta las pequeñas tocadas con la mano y que pueden llevar tres, dos y un solo mazo para golpear la tabla.