FANAL. Jardín de delicias, surgió como un encargo específico del Museo con ocasión de la reinauguración en 2001, tras la reforma y la ampliación de sus instalaciones. Esta obra ofrece una visión de los periodos históricos del Bilbao metropolitano, a través de diversos elementos de iluminación. De este modo, incluye desde farolas portuarias o historicistas hasta diversos tipos de balizas de jardín. Moraza armoniza aquí la monumentalidad diurna con la delicadeza nocturna, momento en el que la iluminación convierte a esta instalación en u paréntesis de luz. De este modo, la obra interactúa con la propia ciudad al transformar y reinterpretar parte de su mobiliario urbano. FANAL. Jardín de delicias ennoblece así los deferentes sistemas de iluminación que se han venido empleando en la Villa, y los convierte en icono de la ciudad como espacio de luz. [Silvia García Lusa]