Por encargo de la Sociedad Bascongada de los Amigos del País de Vitoria, labró Roberto Michel un busto en mármol de Carlos III. En el aparece el Monarca con expresión sonriente, tocado con peluca y luciendo sobre su pecho la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden de Carlos III y el Toisón de Oro; rodea el busto un manto sujeto al hombro por un clipeo. Se trata de una obra de muy cuidada factura, con un formato similar a los bustos que también realizó del Duque de Arcos y del Teniente General Juan Martín Cermeño (Isabel Encinas, 2020)
Roberto Michel (1720-1789) fue uno de los escultores extranjeros con experiencia en la talla en piedra y en la fundición que se trasladaron a España atraidos por las posibilidades de trabajo en las obras con las que la nueva dinastía borbónica quería modernizar y embellecer los Reales Sitios. Estilísticamente se mueve entre el barroco francés tardío, de signo clasicista, que va a desembocar en el neoclasicismo.