Pareja de muñecos representando a un hombre y una mujer ataviados a la usanza tradicional vasca, el tocando el txistu y tamboril y ella portando unas rosquillas en la mano. El hombre se toca con txapela y calza alpargatas azules y calcetines marrones, vistiendo camisa a rayas azules y blancas y pañuelo blanco al cuello, con pantalón gris y gerriko negro. Ella, viste falda y chambra de color gris (de la misma tela que el pantalón del txistulari), saya y pololos blancos, pañuelo de cuello y delantal, ambos de color negro, y colgado sobre el brazo, mantón negro; pañuelo de cabeza también en color negro, medias blancas y abarcas de cuero, completan su vestimenta.
Confeccionados artesanalmente en tela, rellenos de serrín compactado y con las partes visibles (cara y manos) pintadas al óleo. El pelo del hombre es igualmente pintado, mientras que el de la mujer está formado por hilos de color beige, peinados simulando raya en medio. La figura masculina se presenta pegada sobre una base de madera recortada en círculo. Estos muñecos además de su función decorativa fueron utilizados por muchas empresas y comercios con fines publicitarios o comerciales de sus productos, siendo éste uno de esos casos