Vasija ochavada con base de fondo rehundido plano, alto hombro, cuello corto, boca recta con labio curvo, provista de reborde interior para recoger tapa, también octogonal con asidero de botón central ovalado. Posee asa sobreelevada de sección oval y pitón en el lado opuesto.
Responde a la denominación de piezas en blanco donde la única concesión decorativa se presenta al crear por molde relieves, moldurado en el borde de la boca y hojas estilizadas para la inserción del asa de la tapa, cuyos bordes son perlados.
Posee dos tipos de contraseñas: incisión en fresco, manuscrito el número "8" e incisión sobre la cubierta, manuscrita la letra "C".
Cubierta transparente en el interior y exterior de toda la pieza.
Los obreros pasaitarras raspaban con la uña o un instrumento punzante marcas de registro de su labor con números romanos, cifras árabes, letras o signos especiales. Estas marcas las realizaban después de dar la capa de cubierta o baño y antes de cocer la pieza por segunda vez; al llegar estos signos hasta el bizcocho, una vez cocidas las piezas, las marcas subsistían siendo su fondo áspero.
La Fábrica de Porcelana de Pasajes fue fundada en 1858 por los hermanos Baignol y varios socios guipuzcoanos. Los Baignol, especialistas en porcelana y oriundos de Limoges, se instalaron en Gipuzkoa tras el cierre de la fábrica de Moncloa en la capital de España; responsables de la dirección artística de la fábrica pasaitarra, las materias primas así como los elementos de producción y los motivos decorativos se ajustaron invariablemente a los de Limoges haciendo muy difícil, y a veces imposible, distinguir ambas producciones. Este centro cerámico tuvo varios períodos de actividad laboral cerrando sus puertas definitivamente en 1915.