Un buen ejemplo de los intereses estéticos clasicistas que Salvador Dalí fortaleciera en los años 60 es el Retrato de Mildred Fagen (1960), pintura dedicada a la conocida coleccionista de arte de Chicago, donde la mecenas aparece situada en el centro de uno de sus paisajes metafísicos. Mildred Fagen era administradora de la Universidad de Roosevelt y fundadora del Ravinia Festival Art Exhibit. En 1960, viajó desde su casa en Illinois a la suite de Dalí en Nueva York para que su retrato fuera pintado por el artista, mostrando cómo el sistema del arte y la gracia metafísica del mismo coinciden en los aspectos más tradicionales de la pintura de chalina y caballete, propias del dandismo daliniano. La primera vez que se expuso públicamente fue en la muestra titulada Treasures of Chicago Collectors, organizada por The Art Institute de Chicago en 1961, donde se invitaba a los participantes a presentar alguna obra importante de su colección. Hemos de subrayar el aparato surrealista que Dalí organiza con una figura femenina sedente, un paisaje donde cruza un ángel caído, situando en un espacio demónico y mágico el imaginario de la intimidad de la retratada.
En los años 60 se produce un movimiento en la trayectoria de Dalí que tiene mucho que ver no solo con los avances científicos relacionados con la era atómica, sino con un mayor adentramiento en el clasicismo, que podemos relacionar -como reconocía Dalí en esos años- con una vuelta hacia la tradición pictórica de Velázquez, Vermeer, Rafael o Fortuny. Los happenings que organizó a principios de la década de los años 60 desde Nueva York fueron documentados por Jonas Mekas y nos ofrecen una visión barroca de sus acciones que le llevarían a proseguir su labor artística, adecuando sus intereses pictóricos, y aparentemente científicos, a nuevas formas de expresión relacionadas con la performance, el cine y la acción poética. Además, hemos de señalar la publicación de libros, importantes en esa década, como Diario de un genio (1963), o la edición de El mito trágico del Angelus de Millet, libro desaparecido en los años 30.
Ese mismo año, se concretaría la fundación del Museo Dalí en el Teatro Principal de Figueras, dedicado a albergar una parte importante de su obra y que acabaría siendo el panteón simbólico adecuado para un artista que supo ver en la influencia de los medios de comunicación una vía importante para promocionar no solo su arte, sino también sus ideas metafísicas y pictóricas, relacionadas con la decadencia que lo que definió como realismo cuantitativo.
José Luis Corazón Ardura
Exposición El arte y el Sistema (del arte). Acto 1. Colección Artium, 2017
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En la obra de Dalí, al igual de lo que sucede con Picasso, se puede observar gran parte del desarrollo del arte moderno. Sus inicios estuvieron marcados por coqueteos con todos los estilos, desde el denostado impresionismo o el puntillismo, hasta el cubismo en todas sus formas. Sin embargo, fue el surrealismo, el trabajo con la dimensión inconsciente de la creación y el descubrimiento de lo que el propio Dalí llamó el "método paranoico-crítico" lo que centró la mayor parte de su producción. Tras su vuelta de Nueva York en 1948 y hasta entrados los sesenta, se abre una etapa que se ha llamado "Mística nuclear", en la que Dalí se ve influenciado al mismo tiempo por la ciencia y por un misticismo religioso enraizado en la tradición española. En ésa época, sus composiciones se vuelven, por la obsesión con los átomos y la sección áurea, equilibradas y serenas. Es, precisamente, en ese momento de clasicismo sereno en el que se puede encuadrar el Retrato de Mildred Fagen, realizado en 1960. Esta obra sigue, a las claras, el proceder daliniano en el arte del retrato de encargo: la retratada, reproducida con un realismo cerrado en sí mismo, exento de cualquier tipo de atributos simbólicos, se inserta en un fondo de paisaje reconocible como perteneciente a un universo pictórico particular, en este caso, el paisaje "inconscientemente real" de Port Lligat.
Pedro Alberto Cruz
Catálogo ARTIUM: La colección, 2004
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Mildred Fagen. ¿Qué sabemos de esta mujer? Que fue una destacada amante del arte y la arquitectura en el Chicago de mediados del siglo XX, y poco más, porque la memoria, incluso la de los archivos, tiende a ser quebradiza. Así que, ¿qué podemos imaginar sobre ella? ¿Qué podemos intuir a partir de esa mirada mística a lo Teresa de Ávila? ¿Qué nos dice su pose clásica, su forma de vestir, el tocado de su cabeza, el gesto de sus manos? ¿En qué y en quién pensaba mientras posaba para Salvador Dalí en la suite de este en Nueva York? ¿Notaba ya la soledad que desprende el paisaje "metafísico" en el que la situó el artista? De Salvador Dalí (Figueres, 1904-1989), en cambio, lo sabemos casi todo: su extravagante y al final dolorosa exposición mediática dejó poco a la imaginación. Retrato de Mildred Fagen fue adquirida por la Diputación Foral de Álava en 2000 para el patrimonio cultural de Álava. Hoy forma parte de la Colección Artium y puede verse hasta el 26 de agosto en la exposición El Arte, en la Sala Sur del Museo.
Antón Bilbao
El museo de papel, 27/04/2018